El éxito profesional en ciberseguridad no solo depende de los conocimientos teóricos o habilidades duras que posea un candidato, existe un balance importante donde las habilidades blandas juegan un rol protagónico.
Las habilidades blandas son cualidades subjetivas que posee cada individuo, también se conocen como habilidades interpersonales y tienen correspondencia con la manera en que una persona se relaciona o interactúa en un entorno laboral o profesional.
Estos rasgos tienen que ver con la personalidad, evidentemente varían según el individuo y son determinantes al momento de alinearse con los objetivos de la organización y crear las relaciones adecuadas con el resto del equipo de trabajo.
En el caso de la ciberseguridad, podemos determinar una serie de soft skills que te pueden garantizar un mejor desempeño como profesional en el área.
Habilidades blandas que necesitas en ciberseguridad
Trabajar bajo presión: Formar parte de un departamento de ciberseguridad implica que se debe estar alerta 24/7 para contrarrestar cualquier clase de amenaza. Este constante estado de alerta suele generar altos niveles de estrés, que deben canalizarse adecuadamente mientras se trabaja en estrategias que mantenga la estructura de defensa bajo control.
El deseo de aprender más: El sector tecnológico/digital, en el que se desenvuelve gran parte de la industria mundial, está en constante actualización. Existen diversas maneras de adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Por ejemplo, el descubrimiento y la búsqueda de soluciones de fallas de seguridad internas pueden mejorar nuestro desempeño.
En el ámbito de la ciberseguridad, los sistemas, aplicaciones y métodos de evasión de ataques también se actualizan con frecuencia, por lo que es importante tener la curiosidad y el deseo de conocer cómo anticiparse a estas eventualidades, aprendiendo de otros colegas o a través de cursos, talleres o master class, que contribuyan a mantener nuestro arsenal defensivo siempre al día.
Comunicación: Cuando hablamos de seguridad cibernética es casi obligatorio tener excelentes habilidades comunicativas que permitan el mejor flujo de trabajo y garantice la compenetración entre compañeros, líderes de equipo y CISOs. Esta efectiva comunicación da como resultado un mejor entendimiento entre el equipo y la toma de decisiones más acertadas en momentos críticos.
Precaución: La ciberdelincuencia, día a día, mejora sus métodos de ataque, intentando descifrar el trabajo que los equipos de seguridad cibernética realizan para proteger las estructuras bajo su cuidado. Determinar la manera más efectiva de responder a un ataque y tomar en cuenta todas las posibles variables para evitar mayores complicaciones, son algunos de los factores a considerar para el manejo de graves situaciones con cautela, criterio técnico y sin caer en pánico.
La atención a los pequeños detalles también es crucial, pues allí, en aspectos aparentemente insignificantes, podemos detectar vulnerabilidades que nos permitirán realizar acciones correctivas y evitar fallas futuras.
Mentalidad analítica: Es necesario el desarrollo de la capacidad de análisis de información y situaciones para crear soluciones que den en el blanco. Los analistas, por ejemplo, deben tener la habilidad de desglosar problemáticas en piezas más pequeñas y manejables que contribuyan a encontrar una rápida, lógica y sencilla solución.
Flexibilidad: Es importante mantener un entorno laboral donde cada miembro conozca sus tareas y, de manera responsable, haya la necesaria flexibilidad que amerita el trabajo en equipo, una vía que garantiza la obtención de resultados positivos.
Participación: Usualmente las decisiones son tomadas por el líder del equipo, pero se debe estimar cualquier participación que aporte ideas o nuevas ópticas que pueden ser de utilidad para alcanzar un objetivo. Además, este trabajo colaborativo unifica más el equipo y blinda la relación con el entorno laboral.
Apoyo: Formar parte de un equipo donde sus miembros estén dispuestos a apoyarse, unos a otros, crea un ambiente confiable y en armonía que permite manejar adecuadamente situaciones de alta presión y estrés.
Valores: La responsabilidad del trabajo de los especialistas de ciberseguridad, demanda tener un código de valores donde la honestidad, la ética y la integridad sean determinantes en cada acción que se emprenda. De esta manera, se garantiza un entorno laboral sano y confiable a lo interno del equipo y entre otros departamentos. Ya decía Fernando Savater: “la ética es la práctica de reflexionar sobre lo que vamos a hacer y los motivos por los que vamos a hacerlo.”
¿Es posible desarrollar las habilidades blandas?
Como decíamos al principio, las habilidades blandas son personales y es posible conocer sus fortalezas y debilidades para trabajar en cómo mejorarlas.
A continuación, dejamos algunos tips:
- Autorreflexión: Nadie como nosotros para identificar qué debilidades y fortalezas poseemos, por lo que es importante ser honestos y determinar en qué somos buenos y qué necesitamos para mejorar. Así podremos idear estrategias que permitan perfeccionar nuestras competencias.
- Mantenerse abierto al aprendizaje: Podemos aprender tanto del entorno laboral como de una conversación casual. Utilizar y aprovechar nuestras relaciones y habituales entornos puede ser una alternativa para avanzar en conocimientos y aspectos que debemos mejorar.
- Feedback: Escuchar los comentarios de superiores y de compañeros de trabajo, nos da luces sobre las decisiones que tomamos y qué debemos optimizar o corregir en nuestra actividad laboral. Una crítica constructiva, bien aceptada, nos da terreno sobre el cual podemos sembrar nuestras capacidades.
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